Empezó la cuenta atrás

Ya hace tres meses que escribí mi primera entrada en este blog, y teniendo en cuenta que fue a principios del segundo cuatrimestre de mi último año en la universidad, eso quiere decir dos cosas: por un lado que termina el curso y por otro que ¡llega el verano!.

Esta es la razón por la que mi entrada del blog de esta semana trata sobre un anuncio que evoca perfectamente los valores, sentimientos y sensaciones del verano. Hablo de la publicidad de Estrella Damm con la canción del grupo Billie the Vision and the Dancers “Summercat”.

Me parece un spot estupendo y precioso. He visto muy pocos anuncios que transmitan tantas emociones como lo hace este. Creo además, que termina con un titular fantástico, “Lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda”, unido directamente al consumo del producto anunciado.

Por otro lado, he de mencionar que no sólo consiguió una perfecta unión de valores como alegría y felicidad al producto, sino que además puso de moda una canción que ya llevaba grabada cinco años, y eso, es todo un logro.

En definitiva, os dejo este spot porque considero que une el esperadísimo verano con nuestro mundo, la publicidad y comunicación, mundo en el que dentro de muy poco estaremos sumergidos de lleno.

Y me despido con una breve frase:

“Trabaja mucho. Disfruta más”

No, por favor

Hoy me siento crítica, muy crítica y más aún, si cabe, cuando me he sentado frente al televisor y he visto un par de anuncios que me retumban en la cabeza desde hace tiempo, y desde luego no por lo magníficos que son. Por esta razón, hoy mi entrada al blog será una crítica a estos dos spots.

El primero de ellos es el anuncio de Coca-Cola para el Mundial de Sudáfrica en el que aparece el cantante David Bisbal, dónde dice algo cómo “Yo ya me he dejado la voz cantando la canción” (doy esta explicación porque no he encontrado el spot en concreto). Sinceramente, el anuncio en general me parece espantoso. Mi cabeza no logra entender cómo detrás de este spot puede estar Coca-Cola, la misma que hace anuncios que te dejan con la boca abierta durante toda una semana. Aunque todo sea dicho, que esta vez, también me han dejado con la boca abierta durante no una, sino dos semanas enteras. El guión la verdad, deja mucho que desear, a mi parecer, y no hablemos de la actuación del reconocido cantante, sinceramente, me parece pésima.

El segundo spot es de la marca de dulces Miguelañez, el cuál os dejó a continuación. Si bien es cierto que la canción tiene un ritmo muy pegadizo (hasta yo la tarareo en demasiadas ocasiones), no encuentro demasiado sentido a la letra de la canción, a la cuál, todo sea dicho, tengo que prestar mucha atención para conseguir entenderla correctamente, lo que considero un fallo muy importante. Además, aunque he de admitir que se trata de un anuncio gracioso, los personajes que utiliza me parecen un poco repugnantes, con el perdón de la palabra.

Quiero dejar claro que todo lo que he escrito en estas líneas es mi opinión personal, sin embargo, y cómo estamos en un país con “libertad de expresión”, diré que ninguno de los dos son de mi agrado, que no se acercan para nada a lo que yo considero un buen anuncio, y es más, profesionalmente creo que no lo son.

Polémicos Códigos de Barras

La publicidad subliminal se dirige a la parte irracional o emotiva del público con el objetivo de reforzar el impacto que produce un mensaje publicitario, intentando captar la parte inconsciente del receptor. Los expertos difieren en los efectos de esta forma de publicidad, sin embargo, muchas son las denuncias que se hacen a diferentes empresas en relación a este tema.

No hace más de dos semanas que Ferrari fue denunciado por diferentes profesionales de la medicina y expertos europeos en relación a los “códigos de barras” que presenta en sus uniformes y monoplazas. Éstos, señalan una supuesta estrategia encubierta de publicidad subliminal, con el fin de llevar a la mente de la gente un paquete de cigarrillos de Marlboro.

Tras la controversia, todo parece indicar que Ferrari suprimirá de sus uniformes y monoplazas los polémicos “códigos de barras” y así “eliminar todas las especulaciones” al respecto. En este caso, Ferrari se ha hecho eco de un tradicional refrán, “más vale prevenir, que luego lamentar”. Pero Ferrari no sólo no ha lamentado, sino que además, le ha sacado rentabilidad a esta polémica.

Feliz Día de la Madre

Que mejor escusa que ayer fuese el día de la madre, para actualizar mi blog con este tema. Para este día, la mayoría de empresas preparan una campaña con diferentes objetivos: Algunas lo hacen con el fin de vender, otras con el mero propósito de felicitar, y otras con ambas metas. Aquí os dejo varios ejemplos gráficos, con objetivos distintos:

                   

En mi opinión, el día de la madre es simplemente un invento más de una sociedad capitalista. Madre se es todos los días, y todos ellos son adecuados para felicitarla o hacerle un regalo como agradecimiento. Sin embargo, profesional y empresarialmente hablando, veo lógico, y es más, adecuado, necesario y más que aceptable, que las empresas hagan uso de este día para aumentar sus ventas o mejorar su imagen. ¿Si existe y está aceptado, por qué no aprovecharse de ello?

Reutilización

La reutilización de campañas no es muy común o habitual en los últimos años. Sin embargo, si que existen empresas que han utilizado campañas antiguas. Actualmente, se me ocurre al menos un caso que podemos encontrar en el medio televisión: Peugeot.

La verdad es que no estoy demasiado de acuerdo, ni personal ni profesionalmente, en la reutilización de antiguas campañas. Cuando se hace uso de la publicidad, y siendo más concretos, de una publicidad creativa, se quieren conseguir unos determinados efectos en el espectador y considero que la reutilización no causa ningún efecto positivo, y de hacerlo, de una manera mínima, por muy brillante que la campaña haya sido antes de su reemisión.

Si bien es cierto, que pueden existir problemas por los cuales se decida reutilizar una determinada campaña, no creo que se aconsejable arriesgarse, pues cada día el espectador busca la novedad, la diferencia, y nunca algo ya visto.

+ NOTA: No me ha sido posible encontrar la reutilización de esta campaña, aunque está actualmente siendo emitida en televisión, por lo que podreís verla en este medio sin problemas.

Semejanzas

Lo más probable es que si os digo “piedra, papel o tijera, un dos tres, ¡ala! Otra vez empate” o “yo iba pa’ hombre, pero me quedé en mono”, sepáis de que spots os estoy hablando. Pero quizá, muchos no serías capaces de distinguir o recordar, cuál de los dos pertenece a Mixta y cuál a Ono. Esto se debe a la gran similitud que tienen las campañas, pues ambas utilizan un humor un tanto diferente, que no va ligado directamente al producto que se publicita. Cabe decir, que en el caso de Ono, la unión es más clara.

Si algo es verdad a la hora de hablar de estas campañas es que se tratan de unos anuncios totalmente extremistas. Es decir, o te encantan, o los odias, no hay término medio (al menos yo no he conocido a nadie que le sea indiferente). Sin embargo, las dos han conseguido algo esencial: que se les recuerde. Aún así, personalmente hablando, considero que aunque el hecho de que se les recuerde es importante, que el público no sea capaz de diferenciarlos me parece también importante, pues en la mayoría de casos los espectadores al rememorar los spots, lo relacionan con uno u otro.

Aún así, considero que ambas campañas son muy buenas, pues aunque a la gente le cueste diferenciarlas cuando las recuerdan, a fin de cuentas, las recuerdan.

Aids Love Stories

Esta mañana, pensando en la entrada de este pasado martes, recordé una serie de cortos, los cuales tratan también del sexo seguro en prevención del SIDA.  Al igual que el spot de la anterior entrada, la agencia es TBWA Paris y en este caso el director creativo es Erik Veryoegen, y la producción viene de mano de Wanda Productions.

La verdad, creo que son increíbles. Me parece que cuentan a la perfección la vida de cualquier adolescente y no tan adolescente. La historia se cuenta de una manera cómica, han sabido utilizar el humor muy bien, algo muy difícil de conseguir. Además, la música me parece muy acertada y que va acorde con la manera de trasmitir el mensaje que han elegido.

En definitiva, considero, hablando tanto personalmente como profesionalmente, que se trata de un trabajo realmente bueno, dónde se ha conseguido no sólo transmitir el mensaje, sino también el objetivo de comunicación.

Campaña Prevención SIDA

Uno de los temas que más comederos de cabeza causa a los profesionales de la comunicación es crear un spot que logre concienciar a los adolescentes sobre problemas sociales, que en la mayoría de casos, les atiene directamente.

El otro días, recibí un evento en una red social, donde se hablaba de un anuncio que ya había visto en una de las clases de la asignatura Creatividad. Se trata de un anuncio sobre el uso del preservativo en prevención del SIDA, creada por la Agencia TBWA.

 

Al ver el anuncio en la red social, me entró la curiosidad por saber que era lo que opinaba las personas, que al igual que yo, habían recibido dicho evento. La verdad, no me sorprendió demasiado, pues a mi parecer, hablo de un anuncio muy bueno. Encontré comentarios como “es tremendo”, “muy ingenioso y original”, “realmente bueno”, “ya podían hacer más anuncios así”, entre otros muchos. Esto muestra que el anuncio ha calado entre los adolescentes, tal y cómo lo demuestra también, aunque en menor medida,  el hecho de que una persona se haya tomado la molestia de crear un evento exclusivamente para difundir el spot. Si bien podría haber sido la propia asociación o la agencia el creador de éste, en este caso he de decir que no es así. Aunque lo importante no es solo que cale entre el público, sino que haga efecto, es decir, que logre su objetivo de comunicación, el conseguirlo es un gran paso hasta el logro del mismo.

A mi, personalmente, me parece un anuncio, tal y como ya he mencionado, muy bueno, por su originalidad, creatividad y por la fantástica conexión que han conseguido entre la diversión o humor y el problema serio (al menos desde mi punto de vista) que trata, por ese tono desinhibido y alegre que han conseguido a la hora de concienciar a las personas. 

Algo más

El otro día, viendo videos en youtube, encontré este que os dejó aquí. Es un anuncio de Pantene para la televisión tailandesa. Se cuenta la historia de una niña sordomuda que no sólo aprende a tocar el violín, sino que además lo hace de una manera asombrosa, contra todo pronóstico. La verdad es que creo que este spot es de ese tipo de anuncios que tratan de enseñarte algo, que en éste caso es la propia superación.

En este tipo de anuncios “educativos” la conexión con el producto debe ser directa, y no creo que en este caso así lo sea. Si es verdad, que a lo largo de todo el spot pero principalmente al finalizar este, podemos observar la larga cabellera de la protagonista en movimiento junto con la música, no creo que se haya encontrado ese “click” entre producto y lección. Sin embargo, considero, que cuenta una historia preciosa, que probablemente haya calado hondo en la mente de muchas tailandesas, y que tiene un trabajo productivo muy bueno.

Este es uno de tantos ejemplos de cómo la publicidad no se limita a vender productos, sino que también enseña, aunque no sea éste último el principal objetivo.

Internet

Si una cosa está clara es que, en los días que corren, Internet es el medio rey. Y sobre todo, cuando hablamos de publicidad. La mayoría, por no decir todos, los esfuerzos de los profesionales de la comunicación tienen que estar centrados en este medio, si o si.

Una de las técnicas más utilizadas por los profesionales son los banners. Sinceramente, mi opinión sobre éstos es bastante radical. Considero que la mayoría de ellos, muy lejos de llamar la atención del internauta, le ponen en bandeja de oro cerrar la ventana. Sobre todo, los que te ocupan toda la página. Sin embargo, si creo que aquellos que aparecen en los laterales, y con un tamaño normal, impactan mejor al internauta. A este argumento, le puedo añadir, la falta de originalidad y creatividad que tienen la mayoría de ellos, algo que, lamentablemente, sucede de manera demasiado habitual cuando hablamos de publicidad. 

Creo que deberíamos buscar nuevas técnicas de insertar la publicidad en este medio, de una manera más eficaz y, sin duda alguna, más creativa. Pues, si algo he aprendido a lo largo de la vida, es que los extremos no son buenos. Y en el caso de los banners, queda demostrado, al menos, a mi parecer. 

Creando obras de arte

La publicidad es una forma destinada a difundir o informar al público sobre un bien o servicio a través de los medios de comunicación con el objetivo de motivar al público hacia una acción de consumo.

Esta es una de las tantas definiciones que podemos encontrar sobre el significado y objetivo de la publicidad. Sin embargo, en los tiempos que corren, lo más importante es captar la atención del público frente a la gran cantidad de competidores que hoy en día existen en cualquier sector. Esto cada vez se hace más difícil.

Entre tanto bombardeo de publicidad, en su mayoría carente de creatividad, es difícil encontrarse con alguna que impacte al público especialmente. Pese a ello, existe. Y no sólo consiguen el primordial objetivo de captar la atención del público, sino que además se convierten en verdaderas obras de arte. Pues como bien dijo Herbert Marshall McLuhan, uno de los grandes teóricos sobre la comunicación, “La publicidad es la mayor forma de arte del siglo XX”.

Aquí os dejo una serie de imágenes que me han llamado mucho la atención, por su gran originalidad y creatividad, así cómo su perfecta adaptación a los medios dónde se anuncian.

Comparando

Ayer, mientras comentaba con unas amigas el anuncio del que os hablé la semana pasada, recordé un anuncio muy relacionado con el anterior. Se trata de un anuncio de la Asociación AFANOC. Seguramente todos lo recordéis. Por si acaso, aquí os lo dejo:

¡No me digáis que no pone los pelos de punta! A diferencia del anterior es un anuncio que, a mi parecer, y hablando, no sólo personalmente sino también profesionalmente, ha conseguido a la perfección transmitir el mensaje y objetivo de comunicación. Además, mantiene una incertidumbre hasta casi el final del spot, ya que es al terminar este cuando entiendes porque la niña se esta cortando el pelo. Algo que considero muy importante, pues en la mayoría de casos el espectador es bastante negado a ver este tipo de anuncios.

Sinceramente, teniendo en cuenta el problema tan delicado que trata, creo que es no sólo un gran anuncio, sino uno de los mejores.

Os dejo aquí también un anuncio más actual, que trata la misma enfermedad de una forma muy parecida. Se trata de la última campaña de Sanitas. 

Aunque creo que se trata de un anuncio que, como se suele decir, toca la fibra y es un buen anuncio, considero que el anterior está mucho mejor acabado. Además, personalmente creo, que la imagen final (las instalaciones de Sanitas), sobra. Estaría, con diferencia, mejor acabado, si se hubieran ceñido a finalizar el spot con el logotipo de Sanitas.

Pero de ser así, el problema quizás hubiera sido, el gran parecido, por no decir la igualdad, con el de AFANOC, pues aún teniendo un un objetivo de comunicación distinto, no se distancian demasiado.

¿Qué opináis?

Causas justas, publicidad repugnante

Hay una diferencia muy grande entre un buen anuncio y uno que no lo es. La base está, principalmente, en transmitir el mensaje tal y cómo queremos, para así poder conseguir nuestro objetivo de comunicación.

Hace poco más de una semana que he vuelto de Cuba. Estuve durante dos semanas y, aunque me faltó tiempo para sumergirme más profundamente en la vida cubana, he vuelto con una sensación de haberla disfrutado tanto como me fue posible.

Como no es de extrañar, hubo millones de cosas que me llamaron la atención, que me sorprendieron, algunas gratamente y otras no tanto. Pero hablar de todas ellas sería un caos, y no estoy aquí para hablar de mis experiencias de viaje.

Centrándonos en lo que nos interesa, la comunicación, diré, que todavía no logró olvidar un spot que repetían una y otra vez en todos los canales latinoamericanos, que no cubanos. Se trataba de un anuncio del hospital Saint Jude de Estados Unidos, que trata única y exclusivamente pequeños enfermos, con un mensaje muy claro: ayudar económicamente al hospital para que este pudiera mejorar con el tiempo no sólo sus instalaciones, sino sus conocimientos sobre el cáncer. Las imágenes eran, para entendernos, muy crueles. Aparecían continuamente imágenes de niños y niñas enfermas hablando de su enfermedad. Lejos de concienciar al espectador, creo que directamente le invitaba a cambiar de canal. Pero esto no fue lo que más me sorprendió y no es la razón por la que os estoy contando esto.  Casi al final del spot la voz en off te explicaba que al ayudar a estos niños recibirías un paquete de bienvenida. Si señores, ¡un paquete de bienvenida!. Como si estuviéramos hablando de una suscripción al National Geographic, dónde te dan un paquete de bienvenida regalándote un libro sobre la fauna y flora africana. Sencillamente, me repugnó y me sigue repugnando.

Creo que en este caso la diferencia entre un buen y un mal anuncio queda clara. Muy lejos de concienciar y llegar a los sentimientos de los espectadores, que a mi entender, es lo que se pretendía, consigue el efecto contrario. ¿No creéis que con una causa tan justa que hay detrás, este spot no sólo no ha sabido reflejarla, sino que además no ha conseguido concienciarnos de ella?

Enseñando

Supongo que todo el mundo habrá visto o comentado alguna vez los anuncios de Coca-Cola. Desde mi punto de vista, esta empresa tiene una de las mejores publicidades de la historia. Esto puede ser, entre otras cosas, porque una vez estando en la cima, tal y como lo esta, no le es necesario hacer publicidad comercial. Razón por la cual, trabaja con los sentimientos y las emociones. Aunque no debemos olvidar, que comercialmente hablando, esto también le beneficia directamente.

Pero bueno, dejando estas controversias de lado, hablemos de un anuncio en concreto que a mí, personalmente, me fascinó. Me refiero al reciente spot de “Estás aquí para ser feliz”. Sólo la historia, me parece preciosa, pero más me lo parece el mensaje que transmite. Todos sabemos que nuestra estancia aquí tiene un principio y un final, y cómo sea ese paseo depende únicamente de nosotros. Esta en nuestras manos ser felices o no, a veces nos será más difícil conseguirlo y otras menos. Pero somos cada uno de nosotros los que debemos tomar esa decisión. Considero, que este spot transmite a la perfección esa filosofía, y estoy convencida, que existe al menos una persona, que gracias a este anuncio haya conseguido ver las cosas de forma diferente, y se haya concienciado de lo importante que es vivir la vida hasta el más mínimo momento. Esto… es comunicación.

Empecemos por presentarnos

Creo necesario, antes de comenzar con este blog, hablaros un poquito de mí y de que voy a hablar en este pequeño espacio.

Mi nombre es Noemí y tengo 22 años. La verdad es que soy una persona bastante caótica, tengo la tendencia de hacer todo a última hora, pero me siento orgullosa de decir que, al menos hasta ahora, siempre he conseguido hacer todo a tiempo, y todo lo que hasta el día de hoy me he propuesto, lo he conseguido. Aunque parezca contradictorio, soy, al mismo tiempo, responsable y perfeccionista, a veces hasta demasiado, lo que hace no sólo que yo me vuelva loca, sino que vuelvo loca a toda la gente que esta a mi alrededor. Para terminar con este breve resumen de cómo soy, tenga la obligación de decir, que me encanta viajar, conocer nuevos países, nuevas culturas y gente nueva. Por un sencillo motivo, creo que la mejor manera de aprender y crecer como persona en está vida, es siendo tolerante y aprendiendo un poco de cada rincón de este inmenso planeta. Pues no debemos olvidar, que hasta de tu peor enemigo siempre hay algo que puedas aprender.

En estos momentos, estoy estudiando Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad del País Vasco, y este es mi último año. Es decir, este año me licencio (si todo va bien, que esperemos que así sea). Y sí, este es el momento en el que empiezan a surgir los miedos, como el típico miedo de ¿y ahora, qué? Supongo que ese miedo se supera, simplemente, confiando en ti misma. Y yo lo hago.

La razón por la que elegí estudiar está carrera es porque me apasiona el mundo de la comunicación. Y mi objetivo con este blog, es simplemente, hablar, tanto de lo bueno como de lo malo de la comunicación, e intentar de esta manera, haceros sentir un poquito más cerca de este mundo al que yo, dentro de muy poco, me dedicaré.